La vida de un recruiter puede ser difícil a veces. Tienes varios procesos a la vez, buscas al candidato perfecto o al unicornio rosa, crees que lo tienes todo bajo control, eres feliz cuando el candidato acepta la oferta…y de repente, una o dos semanas después te encuentras con una llamada de tu candidato rechazando la oferta. “¿Qué ha podido pasar mal?”, te preguntas.
Pues puede que muchas cosas. Estamos en un momento en el que la rapidez de los procesos de selección es clave y aún seguimos teniendo problemas para hacerlos más operativos o incluso, digitalizarlos. Está en riesgo conseguir el mejor profesional en el menos tiempo posible, y lo que es peor, perder la interacción con el candidato.
Es precisamente esta interacción la que no debemos descuidar, y más en la fase de oferta. A continuación, te traemos los cinco consejos imprescindibles para evitar que te pase esto:
1. La experiencia del candidato lo dice todo.
Y no sólo durante la fase de oferta, sino también durante todo el proceso. Ser claro en lo que estás ofreciendo es importante. ¿Y la clave? Mostrarte entusiasmado por lo que estás ofreciendo. Eres el mejor embajador del Employer Branding de tu compañía. Mantén a tu candidato comprometido antes, después y durante, y reducirás la probabilidad de que rechace tu oferta.
- Según este estudio de HAYS, (https://www.hays.com/press-releases/us-workers-willing-to-compromise-on-salary-for-the-right-benefits-company-culture-and-career-growth-opportunities-2030744) un 47% de las personas que buscan activamente empleo lo hacen por la cultura de la compañía.
2. Las contraofertas están a la orden del día, ¡anticípate!
¿Y cuál es la mejor forma para hacerlo? Muy simple, pregunta directamente a tu candidato si tiene alguna oferta de empleo más o está en otros procesos de selección. Sé honesto, dile que habrá contraofertas durante el proceso, y en ese caso, pídele que contacte contigo antes de aceptar nada. Confianza lo primero.
3. “Te haré una oferta que no podrás rechazar”
¿Estás seguro? Conoce las motivaciones de tu candidato, y conoce qué es lo que le motiva para un cambio. Parece obvio, pero no lo es. Conocer si tu candidato se va porque quiere un cambio salarial, porque no tiene oportunidades de crecimiento, o porque simplemente está buscando otro proyecto, puede ser clave. Pregúntaselo directamente, o mejor aún, pregúntale por qué quiere unirse a tu empresa. Sabrás qué es lo que más valora tu candidato y qué es lo que podrás ofrecerle.
4. Mantén el contacto
Renunciar a un empleo puede ser algo bastante duro, por tanto, mantén el contacto con tu candidato. Averigua como procede su empresa actual ante una renuncia, ofrécele consejo, cuéntale como es el proceso que viene después de aceptar la oferta y el onboarding, y además, pídele que te llame después de hacerlo. Se sentirá más seguro de la decisión que ha tomado.
