El turismo es mucho más que un sector. Además de tener una importancia clave en España – que sigue siendo uno de los principales destinos turísticos en el mundo- el turismo es un fenómeno social. Y como tal, se ha visto fuertemente influido por los cambios sociales que la tecnología ha traído consigo.
Las empresas del sector deben hacer un doble esfuerzo, no sólo para transformarse digitalmente e introducir la tecnología en sus operaciones, sino también para adaptarse a un turista más “independiente” y digital que busca experiencias únicas e incluso sensaciones. “De entre la inmensa cantidad de oferta turística, cualquier propuesta que se precie deberá asegurar experiencias singulares con una clara orientación emocional. De manera que los perfiles que buscamos tienen que ir más allá”, asegura Iñigo Pérez, Travel & Tourism Executive Director de Catenon.
La experiencia del cliente es la clave.
“Nuestro cliente nos pide perfiles para recorrer el mundo, surcar los mares y escalar montañas, para así poder ofrecer la mejor experiencia al viajero y que en su memoria quede un recuerdo inolvidable”. Estos perfiles tienen un papel crucial a la hora de ofrecer un producto diferenciado y único.
Y uno de ellos es el Destination Management Organization (DMO), que tradicionalmente se ha centrado únicamente en la comercialización del destino y las actividades relacionadas, pero que poco a poco ha ido ganando peso. Sobre todo cuando se ha empezado a hablar de “turismo sostenible”, “ecoturismo” o “turismo creativo”.
Estas son las 6 razones por las que el DMO es un perfil clave en el sector turístico:
- Un DMO no sólo tiene como objetivo poner en valor el destino, y diseñar actividades para turistas, sino también fomentar la co-creación de momentos memorables y recuerdos inolvidables al turista. Y esta co-creación afecta a los cinco sentidos: vista, sonido, olor, gusto y tacto. Además, será a través de la participación activa en una actividad, diseñada específicamente para el turista, la que estimule estos sentidos y cree una experiencia inolvidable para el participante.
- Un DMO ya no es sólo marketing sino que gestiona los recursos disponibles en cada destino, debiéndose adaptar proactivamente a la evolución interna y externa de los mismos y a las nuevas preferencias del turista. La previsión del futuro y el examen de posibles formas de alcanzar los objetivos son ejercicios esenciales en este rol para crear una experiencia única y sostenible en el tiempo en un mercado abarrotado y en constante cambio.
- El DMO Transforma el turismo cultural en turismo creativo. “La creatividad proporciona una base sólida para generar estrategias de desarrollo apropiadas, adaptadas al destino y sobre todo a las preferencias del viajero”, añade Iñigo Pérez.
- El DMO se encargan de fomentar, planificar y coordinar el desarrollo turístico de un destino turístico en su conjunto, teniendo en cuenta multitud de variables en relación al destino mismo y al perfil de visitante. Supone un motor de cambio y actividad para esos destinos, puesto que la actividad atrae el turismo y el turismo más actividad.
- De principio a fin, el DMO es responsable de la experiencia del cliente, debiendo estar en permanente contacto no sólo con los stakeholders del destino, sino también con el resto de la cadena de valor y especialmente con los diseñadores de experiencia de usuario (UX/UI) en el ámbito de las webs y las aplicaciones. Después de todo, es la primera “ventana” hacia el cliente, que navega en busca de opiniones y recomendaciones, o más directamente, para reservar su viaje -el 75% de los viajeros reserva sus vacaciones a través de canales online, independientemente de sus conocimientos digitales-.
De experiencias a sensaciones.
La oferta turística ha pasado en poco tiempo de tener una orientación a “experiencias” a una orientación de “sensaciones”. Supone un paso más en el que se trata de dejar un recuerdo inborrable en la mente del turista, un turista que busca más allá del típico souvenir. Además, la tecnología ha permitido que esas sensaciones puedan experimentarse desde que el usuario teclea en el ordenador de su casa.
La clave, “atraer” al usuario y ofrecerle una experiencia completa, segura y en las que no tenga que preocuparse. Y el reclutamiento deberá adaptarse para buscar perfiles capaces de cumplir con unas expectativas personalmente relevantes para el nuevo turista.
